28/1/13

Toni, por la Cierva



     Los presentes estaban colocados alrededor del foso rectangular de manera irregular, dejando el puesto de cabecera al hombre encargado de dar el último adiós de parte de los vivos. Aquel hombre, entrado en los cuarenta, era el mejor amigo del muerto. Mientras pasaban los diez minutos de cortesía, el mejor amigo del muerto apuró de un trago las últimas gotas de la petaca y carraspeó fuertemente hasta arrancar aquella flema hija de puta, escupiéndola con fuerza hacia la tumba. "Ahí te vayas al infierno tú también".
     A sus palabras se hizo un silencio estrepitoso y todas las miradas se clavaron en el muerto, al que cada uno imaginaba ver tras la fina madera del ataúd más barato del catálogo funerario.
     "Señores -comenzó, mientras sacaba un cigarro de la tabaquera y lo golpeaba secamente contra la tapa- voy a decir unas palabras en nombre de todos antes de enterrar al muerto, creo que nos quedaremos más a gusto. Aun así no me alargaré mucho, ya sé que estamos todos esperando para ir a beber en su honor".
     Se encendió el cigarrillo mientras las miradas se iban posando en él.
     "Bueno Toni, lo primero, ¡gracias por morirte cacho cabrón! No todos aquí deseábamos exactamente que palmaras pero, desde luego, todos queríamos que desaparecieras para siempre; de hecho, creo que la única persona que no ansiaba tu muerte del todo es tu pobre madre, que no te odia porque no le quedan más fuerzas después de perder la casa por tus deudas de juego. ¡Puto ludópata! Pero claro... para que te paguen a ti las tuyas sí que eres un machote ¡eh! y le lías al Juanillo con cadenas y bates y el tonto de él acaba en el trullo por tu culpa -echó otro escupitajo a la tumba- pero, ¿a quién insultan por la calle porque eres tan ratero de robar coches en tu puto barrio? a Carmelita, sí, que no te dejó porque la sacaste de casa de sus padres para dejarla preñá de gemelos y la chica tiene que aguantar que la insulten cuando saca a los críos a la calle y ¿sabes qué le llaman? ¡bastarda! ¡cornuda! y se le cae la cara de vergüenza porque su marido se la pega con su hermana. ¡Qué asco me das Toni!
     Y en lo que a mí respecta cacho cabrón... me alegro de que estés más seco que un fiambre. Después de arruinarme metiéndote por la tocha el bar que tanto nos costó sacar adelante, después de acogerte en mi casa cada vez que la Carmelita te cambiaba la cerradura, después de ir mil veces a por ti al calabozo, de pagarte mil fianzas y mil putas... -mientras hablaba su voz comenzó a quebrarse y aquellos recuerdos se arrejuntaban en los lacrimales de sus oscuros ojos- después de todo... ¡te voy a echar de menos compadre!
     La mente de la gente que oía pero no escuchaba, despertó de sus recuerdos al oír tales palabras. "¡Pero qué coño dices!, ¡Ese tipo era el diablo!"
     "Lo sé, a mí me lo van a contar... Este muerto era la reencarnación de toda la carroña humana junta, hizo siempre lo que quiso sin importarle nada ni nadie y por eso es el más grande de todos los aquí presentes. Así que, ¡a presentar sus respetos al muerto señores! ¡Me cago en dios! ¡Te quiero Toni!
     Dichas las palabras, embriagado de emoción y ebrio de whisky, el mejor amigo del muerto se tiró al foso.

1 comentario:

  1. jajaja, cierva' mis mil respetos, ( ya sean en forma de lagrimas o risas)

    E.m.ll.p.d.l.t

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