27/6/12

Sin título, de Louise


         Ella habría estado dispuesta a chupársela gratis. A estar de rodillas inmóvil en el parqué de su cuarto. A levantarse e irse cuando se corriera. Sin rechistar. Ella hubiera estado dispuesta a ser cruel consigo misma.
             Y él no quiso.
Pero él no quiso.
Él pensó que solo era un chiste.
Ahora ella piensa lo mismo.

Le hubiera querido como se quiere a un cabrón. Con las bragas por las rodillas y frío en la mirada. En silencio. Un solo día.

– Hijo de la gran puta – gritó la perra.

Él no sabía que los perros hablaban, por eso pensó que era una broma. No pensó que los perros podían amar. Que los perros aman el instante

Las bromas solo tienen gracia en el momento.

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